Se me corta la
voz, se detiene la vida, el amor se esfumó, se me hace difícil seguir, pienso
en el mar y siento alegría.
El resplandor
de la luna que toca e ilumina las rocas desgastadas por los estampidos de las olas.
Las maravillas
que se esconden en el fondo del mar; en nuestro interior.
Lo que no
dejamos ver pero que aparece en algunos instantes de nuestra vida como luz o en la
misteriosa oscuridad.
Las palabras y
el silencio.
En la
maravillosa experiencia del silencio, la serena espera aparece. Los sentidos,
las sensaciones y los pensamientos brotan. La sonoridad y el colorido de las
palabras se hacen presentes dejando fluir algo de todo aquello que ha
surgido en esos instantes preciosos e inciertos del silencio.
Junio 29 de 2014