Partimos de un ejercicio teatral, y el resultado es esta hermosa creación. Que la disfruten!

“Seamos sinceros, no paso nada”
Era una noche de fiesta para muchos, menos para mí, menos para ti. Pero tu continuabas con la mentira de que estabas feliz. Te ví sujeta a su brazo bajando las escaleras, con un hermoso y brilloso vestido plateado, no había ninguna mirada que no se dirigiera hacia a ti, realmente debía alguien ser ciego para negar que eras una diosa esa noche pero yo siempre lo supe, siempre te ví como una.
Has sido despreciada e incluso engañada, te han utilizado infinidad de veces, te han metido en la cabeza, una idea falsa de la vida y de ti. Has sido condenada a ser un perro faldero, que por un poco de amor camina a tu lado, fiel a pesar de todo. Y es así como llegaste a él, un sujeto común, de mal gusto y hay que admitirlo, un maldito afortunado por tenerte, te dió un poco de lo que querías y terminaste encadenada a su persona. A pesar de sus descuidos hacia a ti, tú siempre le fuiste leal tanto que te mentiste a ti misma, sobornando a tu corazón para creer que realmente lo amabas.

Entonces llegue yo, según tus palabras “un maldito bastardo usurpador de vidas ajenas”, ¿Ves? ¿Ves cuán confundida te encuentras?, la única persona que realmente te ha amado, deseado y ha velado por ti, soy yo. Tan importante es el sentimiento que siento hacia a ti, que por tu bien, he entrado en la mentira yo también. Finjamos que en el pasado no tuvimos nada, que en realidad nunca nos hemos llegado a amar, finjamos que apenas nos conocemos, que no sabemos nada del otro. Pero en el fondo, sé que sabes que es mentira, que

Ahora en este instante, luego de una semana sin hablarnos, en una fiesta en la que todos festejan, tu pareja me saluda y luego tu también. ¿Qué puedo hacer? Ya lo sé. Seguir esta farsa. Al fin y al cabo, quedamos en que nada ha pasado. Hola le digo a los dos y adiós a lo que soy yo.
María Luján Afonso - Tallerista
No hay comentarios:
Publicar un comentario