
La Semana Santa, atrae a la Belleza. La que se nota. La que se refleja en cada mirada, en la forma de caminar, de moverse en general.
La belleza se nos nota en el grado de luz que mostramos y ofrecemos.
Aunque el ego tiene mala fama, a veces puede ser bueno tenerlo para que nos permita reconocernos y descubrir nuestros valores y dones.
Estaría hablando de un ego positivo que ayuda a enfocar en lo que nos gusta de nosotros mismos en el aquí y ahora. Cuanto más nos conocemos, más podemos hacer en nuestros mundos.
Desde este espacio, el almanaque nos permite tener una "semana santa". Sólo una en todo el ciclo anual. Séría bueno perfumarla de navidad y coloreala con una dosis de epifanía.
Jugarse y ser y hacer de lo santo, una verdadera práctica que nos renueve en virtuosismo y belleza. Sería la mejor manera de resucitar.
Cuando estamos pasando por momentos difíciles en la vida, se nos nota en el semblante. Nos vemos apagados, ensombrecidos. Cuando estamos felices, especialmente con la energía del amor , esa luz interna, hace que nos veamos radiantes y atractivos.
No estaría mal ser santo con uno mismo y dejarse reír, para que se asocie a nosotros el bienestar. Que las hormonas oxytocin, serotonin, dopamine y endorfinas las cuales aumentan la absorción de oxígeno en las células, nos dieran un respiro de felicidad y armonía. 

Cómo serían las Pascuas si en lugar de salir a comprar huevos de chocolate y "empanzadas de Vigilia", tuviéramos la misión de dejar que se dilaten lo vasos sanguíneos mejorando la
circulación. Podríamos salir a caminar. Eso no se compra en ningún supermercado.
Podríamos relajarnos muscularmente evitando la tensión del estrés. Podríamos elongar después de unas vueltas a la plaza. Esto tampoco se vende en ningún supermercado.
Por el mismo esfuerzo... se suavizaría el ritmo cardíaco y la presión arterial. Y hasta podríamos
incrementar las funciones del cerebro. Eso nos dejaría Pensar! por ejemplo podríamos elegir quien estamos siendo y quien queremos Ser!
incrementar las funciones del cerebro. Eso nos dejaría Pensar! por ejemplo podríamos elegir quien estamos siendo y quien queremos Ser!
Nuestro cuerpo físico, los pensamientos y las emociones, se afectarían con afecto.
La consecuencia sería, sentirnos mejor después de practicar cierto grado de santidad con nosotros mismos, si es que se puede graduar, la calidad de santo!
Es que la belleza interna se refleja en todo nuestro Ser y en nuestra conducta observable. Los demás perciben el bienestar total que irradiamos cuando estamos centrados y bien alineados en cuerpo - mente - espíritu.
Si queremos y deseamos celebrar la Semana Santa, es importante alejarnos un poco del crecimiento artificial externo y fomentar riquezas internas tales como el aprecio incondicional a la vida, la esperanza y el hábito de bendecir.
La esperanza es la luz interna del alma, un estimulante vital. Es la libertad para soñar, y creer que podemos hacer realidad nuestros sueños. Opera en nuestra voluntad de seguir adelante con nuestros propósitos, con un espíritu sereno que no va a retroceder.
En tiempos difíciles, nos descansa, alivia y alienta a continuar esforzándonos con certidumbre y perseverancia.
Se puede calmar la angustia y el miedo que nos paraliza, si podemos pensar.
Hasta nos podemos sentir menos "abatidos" y desanimados.
Mi esperanza para esta semana, es que nos comprometamos Ser siendo; la esperanza es celebrar la Semana Santa haciendo honor a nuestra esencia espiritual y encontrando alas para volar más alto. Combinar mente, cuerpo y espíritu para estar emocionalmente más sanos.
Comparto con ustedes, estos pensamientos porque creo en el AMOR. Muy feliz "Semana Santa", como quiera que la llame cada uno de ustedes.

Cynthia Grinfeld
Gracias por acercarme más esperanza.Esa luz interna que da sentido.
ResponderEliminarCynthia, qué bella forma de pintar un tema controvertido y dogmático. Otra mirada, una voz singular llena de simpleza, que invita a vivir y a "resucitar" cada día ese vuelo vital del ser humano.
ResponderEliminarUn beso enorme, Amiga.
Mirna.