martes, 3 de marzo de 2009

GUSTAV MAHLER


El solitario en otoño

Las brumas del otoño derivan azules en el lago

Como si un artista hubiera rociado con polvo de jade

Las delicadas flores

El dulce perfume de las flores se ha desvanecido

Un viento helado vence sus tallos

Pronto los dorados pétalos, marchitos

Del loto flotarán sobre el agua

Mi corazón está cansado.

Mi candil

Se apagó en un último suspiro, me lleva al sueño¡

Me dirijo hacia a tí, amada morada!

¡Sí, dame la paz que tanto necesito!

Lloro tanto en mi soledad

El otoño de mi corazón dura demasiado.

Sol del amor, ¿no brillarás nunca más

Para secar dulcemente mis lágrimas amargas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario