
Wittgenstein y Lacan a cargo de GERMÁN GARCÍA
Transcripción por Alicia Alonso
Germán García, responsable de la traducción del libro
de Francoise Fonteneau —recientemente editado porAtuel/Anáfora—, La ética del silencio / Wittgenstein yLacan, tomó como eje de este curso a dicho texto.
A éste se sumaron otros, configurando, de acuerdo a su decir, un enero de libros, en torno a los temas: la identidad, la negación, la verdad, análisis y silencio.
Una frase, elegida para dar inicio a estas charlas, colocó a Jacques Lacan en relación a Wittgenstein —y justificó el por qué del título—. Está publicada en la "Observación sobre el Informe deDaniel Lagache...". "Se anuncia una ética, convertida al silencio, por la avenida no del espanto, sino del deseo: y la cuestión es saber cómo la vía de charla palabrera del psicoanálisis conduce a ella. Nos callaremos aquí sobre su dirección práctica".
A partir de esta introducción, Germán García desarrolla, en sus puntos esenciales, un análisis del concepto de identidad. Comienza señalando que desde un punto de vista lógico, para Ludwig Wittgenstein, en tanto saber y creer no son discernibles, la idea de identidad resulta absurda. Decir que una cosa es igual a otra disuelve la pertinencia de la comparación y decir que es igual a sí misma carece de sentido.
Yrecuerda que es así como Jacques Lacan empieza el seminario sobre la identificación, poniendo en cuestión la idea misma de identidad. Luego, tomando como base el trabajo de Echeverría, articula el tema con el concepto de identificación, situando y explicitando las definiciones de Aristóteles, Leibniz,Hegel, Russell, Frege —la más cercana a Wittgenstein y Lacan, en tanto plantea la identidad como una propiedad de la referencia—, Peano, Husserl, Engels. Y la de Ferdinand de Saussure. Este último transforma el tema en el valor del signo, en términos de rasgo diferencial, opositivo y negativo.
A continuación, cuatro temas escanden, en sudesarrollo, esta clase inaugural.
I. La diferencia entre decir y mostrar.En cierto modo la cuestión de la facticidad, de la contingencia del mundo plantea una diferencia entre decir y mostrar, entre palabra y silencio.
De alguna manera en los desarrollos del psicoanálisis, por ejemplo, en las posiciones de Freud, aparece la idea de que el silencio muestra. No dice, sino que muestra algo que llevará a decir.
Jacques Lacan, precisa Germán García, se valdrá de una diferencia entre el silencio del lado pulsional, sileo, y el callarse del lado del que escucha, taceo. Si uno calla produce en el otro el efecto de saber lo que no está diciendo. Saber lo que está callando, haciendo acudir todos los problemas infantiles a ese silencio. En 1913 la figura de Cordelia —la que ama y calla— sirve a Sigmund Freud como nexo para introducir la pulsión de muerte. En1914 el silencio muestra, como manera de recordar,algo. Se trata de una actitud homosexual, dice Freud,como resistencia a recordar. El sujeto actúa su rechazo a obedecer el imperativo de decir, situándose en una posición pasiva. Lacan dará un paso más afirmando la positividad del silencio, señalando que no todo silencio se produce como resistencia sino que, muchas veces, es el mayor reconocimiento de la presencia del otro como tal. Se refiere así a un silencio pacífico, en tanto relación de presencia donde la palabra está suspendida.
En 1948, siguiendo ciertas lecturas fenomenológicas, subraya la diferencia, que no existe en Sigmund Freud, entre agresión y agresividad. La tensión agresiva entre elje y el moi. Entre el yo del discurso y la imagen del yo, como diferente al acto de agresión.
II. Los límites del lenguaje.
En el Seminario 1, Jacques Lacan utiliza la idea del silencio como algo que muestra, cobra así su valor como un más allá de la palabra.
En 1955, lo ubica como la subordinación del sujeto a la estructura que lo determina, el silencio conduce al sujeto allí donde piensa que puede sustraerse.
En 1968, continúa GermánGarcía, introduce una diferencia: Ludwig Wittgenstein, al decir que de lo que no se puede hablar mejor callar, subraya los límites del lenguaje, Lacan plantea que lo que se calla puede escribirse.
Wittgenstein hace una equivalencia entre la lógica y el lenguaje y por lo tanto si algo no se dice en el lenguaje no hay otra manera de decirlo. La lógica, como una gramática, está comprometida, en la homologación, con la estructura misma del lenguaje.
Pero para Lacan hay una tensión. En este sentido supone que un lenguaje científico, su invención, tiene la capacidad de escapar a la inercia del lenguaje hablado. Se refiere así a una escritura silenciosa, un discurso sin palabras. Para Wittgenstein, en tanto identifica el lenguaje a la lógica, los límites del lenguaje son los de la lógica. Para Jacques Lacan son el comienzo de una escritura posible. El silencio sepuede escribir y lo escrito muestra.
De esto, señala Germán García, Lacan no saca la idea de una sustitución, ni de que lo escrito sería el metalenguaje de lo dicho, sino de un decir a medias.
Lo escrito se descompleta por lo dicho y lo dicho por lo escrito. Esta es la posición que aparece en el Seminario 20 cuando dice que la cosa analítica no será matemática. Los matemas mantienen —en tanto ideal— la tensión, y evitan perderse en la inercia del lenguaje.
Posteriormente, en 1975, el silencio se escribe como la letra a. Si alguien calla hace semblante de lo que queda en silencio.
El silencio del analista se homologa al de la pulsión y el analista, como destinatario, forma parte del concepto de inconsciente. El inconsciente es lógicamente disyunto y subjetivamente silencioso.
III. El lugar de la retórica.
Inconsciente retórico Sileo (silencio) Otro lugar Taceo (callarse) Jacques Lacan descubrió un lugar que convertirá en una topología: el lugar del Otro, la pura alteridad interna al sujeto.
El lenguaje constituye un lugar, inaccesible. En tanto otra escena, la invención del inconsciente conduce a una retórica. La pregunta acerca de qué es el inconsciente, ontológicamente hablando, había llevado la cuestión, a partir del Seminario 11, a un plano ético. Este razonamiento, señala Germán García, permite ver el desarrollo sucesivo de la tensión entre una alta complejidad retórica y la tendencia a la simplificación lógica.
Lacan practica ambos discursos. Como plantea Jacques-Alain Miller —continúa— el descubrimiento de ese lugar es, en la enseñanza de Lacan, el descubrimiento del sujeto tachado. Un sujeto que en tanto habitado por algo que no es, se vuelve contra sí mismo. ¿Por qué no podría la retórica identificarse con ese lugar, si bien es la única manera de hacerlo hablar?
Lacan homologa la metáfora y la metonimia a los dos mecanismos freudianos, pero lo hace tomándolode Roman Jakobson, para quien estos son dos ejes del lenguaje y no dos figuras retóricas. Y, contrariamente a lo que se cree coloca la retórica del lado de los mecanismos de defensa del yo. La retórica surge como respuesta a un lugar: el Otro, como manera deamortiguar, desplazar o invertir un mensaje. En este sentido, continúa, no podemos decir como en la época de Aristóteles que esos mensajes se corresponden a pasiones, después de Gracián la eficacia retórica está en los efectos producidos en el interlocutor. Querer entender al otro más allá de la dialéctica entre lo que calla y lo que habla, entre lo que dice y lo que muestra, es la identificación.
Jacques Lacan, plantea Germán García, hizo dos innovaciones. Por un lado, la sesión breve, lo más breve posible, relacionada con el uso del tiempo. Por otro lado, en vez de tomar la interpretación como un metalenguaje, propuso tomarla como una puntuación. Si alguien modifica la puntuación de un texto, el textoes el mismo, pero es otro. La puntuación es elsilencio en lo escrito, en tanto manera de modularlo,imparte sentido al discurso de un sujeto. El ser del analista está en acción en su silencio, el silencio calla el lugar de la respuesta.
Diferencia mostrar y decir, señala que es necesario que el sujeto muestre quién habla y a quién. Esta es la diferencia entre sileo y taceo: callar en lugar de responder.
IV. El sujeto.
¿A qué silencio deberá llamarse el analista? Cuando Lacan titula "Dios y el goce de La mujer" a un capítulo del Seminario 20, indica Germán García,orienta sobre cuál es la frontera para el psicoanálisis. Para Ludwig Wittgenstein la frontera está puesta por el lenguaje mismo.
El campo visual es una metáfora del lenguaje, funcionando, y el ojo está afuera. El sujeto que está fuera de esa representaciónes indiferenciado. No es así para Jacques Lacan.Cuando dice que el idealismo es una ideología de propietarios, subraya que en tanto que lo que me represento existe, tengo como propiedad la representación. Esa posición inscribe el sujeto masculino como diferente del femenino. En este sentido, el lingüismo trascendental de Wittgenstein se encuentra entre Hume y Kant. Para el primero la limitación del conocimiento tiene un valor puramente escéptico y ningún valor ético. Para el segundo, la limitación del conocimiento crea un camino positivo hacia la ética. El mundo, como voluntad, acerca del cual en última instancia solo se puede guardar silencio, tiene un correlato con lo que es áun menos expresable en palabras: el yo o el sujeto, este último no es parte del mundo sino frontera. Lógicamente disyunto del lenguaje que habita, y subjetivamente silencioso. Aquí ubica Germán García el punto de encuentro con Lacan. Y la diferencia. Wittgenstein señala el reverso del discurso lógico.
Mostrar, presentar lo que puede ser dicho como una manera de indicar lo que no puede ser dicho. No se trata decompletar con una mística sino del deseo de definirclaramente la capacidad positiva del pensamiento y del discurso. Referencias del Curso: La ética del silencio / Wittgenstein y Lacan,Francoise Fonteneau, Atuel-Anáfora, 2000."La metafísica del silencio",
Los matices no son raros
pero este rojo es completamente único!
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