El despertar
Una casa oscura con paredes grises, un tanto desordenada.
Aquí transcurre la vida de Julio, un zapatero de cuarenta años.
Separado hace diez años de Amanda con quien tuvo un hijo, Juan. Ahora de dieciséis.
Este zapatero vivía gran parte de su vida dejándola en manos del destino. Para él todo lo que le sucedía ya estaba marcado y pensaba que nopodía hacer nada para modificarlo.
Absolutamente convencido de esto, Julio subsistía sin grandes matices.
Trabaja con su padre, también zapatero, luego de que éste lo convenciera de trabajar juntos. Ambos dedicaban gran parte del día a estar allí. Tintas, cueros, pegamentos y tacos.
Intentó estudiar varias veces motivado por Amanda, pero falló siempre.
Con su firme convicción sobre la vida, seguía su destino.
Julio vivía sólo y los Domingos se encontraba con su hijo. Compartían pocos momentos y todos sus encuentros eran iguales. Iban a comer afuera, paseaban por el parque, charlaban, y luego cada uno regresaba a su casa. Frecuetemente recordaba que su padre, hacía lo mismo con él.
Sus padres se separaron para cuando Julio ingresaba a la primaria. Vivió muy infelizmente con su madre y su pareja, a quien detestaba. Recordaba las tediosas y agresivas discusiones de sus padres y pensaba en aquella separación. El acusado de todos los males, resultaba siendo su padre bajo el pretexto de que aparentemente, se había esforzado muy poco por la familia. Hubo situaciones complicadas en la cuales, él sostenía que nada estaba en sus manos y que la zapatería iba a ser la única herramienta que los ayudaría a enfrentar el problema.
Julio pensaba que de alguna forma le estaba tocando revivir la misma situación repitiéndola.
Un sábado por la noche se quedó dormido en el sofá, mirando televisión.
Soplaba un viento fuerte abrió su ventana y consiguió despertarlo.
Desayunó, y salió al encuentro de su hijo como todos los Domingos. Percibió que algo muy extraño sucedía.
No había absolutamente nadie en las calles. Sorprendido y asombrado continuó caminando.
Llegó a su antigua casa, tocó el timbre, pero nadie lo atendió. Esperó casi una hora de interminables minutos y nadie se asomó a atenderlo.
Su preocupación fue creciendo. Caminó por las calles deshabitadas y decidió ir a la casa de su padre.
Cuando llegó se dió cuenta de que no había nadie allí tampoco. Llamó a su madre ytampoco obtuvo respuesta alguna.
Comenzó a correr desesperado sin saber hacia dónde ir.No podía entender lo que estaba ocurriendo y esto lo sumergió en un mar brumoso y oscuro.Corrió y corrió mirando para todos lados. Deseaba encontrar a alguien. Quiso su infortunio que en semejante velocidad no viera a un árbol que estaba frente a sí y cayó pesadamente al suelo.
En su inconsciente escuchaba una voz que lo llamaba.
Sin entender lo que había ocurrido y muy confundido abrió la puerta. Era Juan. "¿Qué pasó? ¿Por qué te demoraste? le preguntaba.
Julio loabrazó fuerte agradecido de haber estado soñando.
"Para hoy haremos otros planes" le dijo.
"Para hoy haremos otros planes" le dijo.
Con un despertar diferente y por primera vez alegre, después de mucho tiempo, Julio entiende qué es el amor.